Pensá en una premisa simple, en algo que podría ocurrírsele a cualquiera: qué pasaría si el colectivero se desmaya y yo tengo que manejar hasta terminar el recorrido, qué pasaría si un día todo el mundo fuera absolutamente sincero, qué pasaría sí… En fin esas bobadas que pensamos todos en algún momento, pero que en algunos casos pueden convertirse en algo más (justamente estoy leyendo El hombre duplicado, de Saramago, y su premisa no es nada especial, y sin embargo la historia nos ata a las páginas).
Yannick es eso, un punto de partida muy simple, algo que seguramente se le ocurrió a muchas otras personas, y sin embargo, de ese punto de partida, logra construir todo un mundo lleno de fuerzas encontradas. Creo que la principal característica de esta historia no es lo que desencadena el conflicto, sino la multitud de historias que apenas se dibujan, se sugieren con un par de gestos, un par de datos. Yannick es una anécdota que se cuenta en poco más de una hora, y que sin embargo deja un montón de historias sin contar. La fuerza de esta película, lo que la convierte en algo más que una anécdota, es todo eso que no se cuenta, pero se deja entrever.

Yannick (2023)
- Guión, dirección y fotografía: Quentin Dupieux
- Con: Raphael Quenard, Pio Marmai, Blanche Gardin, Sébastien Chassagne, entre otros.
- Disponible en MUBI.


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