Espectador desprevenido, ¡no creas lo que te digan sobre Reverso! Creeme a mí: es una comedia que te propone doscientas posibles situaciones a las que se enfrentan tres personajes fijos y otros variables y donde puede pasar absolutamente cualquier cosa. Si te cuento el argumento te puedo arruinar el placer de ir armando el rompecabezas (que se entiende sin ninguna dificultad), así que sólo te voy a decir que hay una historia de fondo que al final explica todo lo que ocurre. Pero lo que realmente hace atractiva a esta obra es esa sucesión de situaciones imposibles y ridículas que ocurren una tras otra sin dejar lugar a ningún tiempo muerto, ninguna explicación enrevesada ni «entrada en clima». Tenés que estar atento para entrar en el juego, porque el juego va a cambiar muy rápido. Así que si querés una comedia con mucho humor físico, mucho absurdo y mucha ocurrencia, ya mismo podés ir sacando las entradas. Si querés saber lo que no vas a encontrar, seguí leyendo.
Leí toda clase de cosas sobre Reverso: que es teatro experimental, que es una crítica social, que reflexiona sobre el duelo… El problema de estas reseñas (de críticos especializados, por el amor de Zeus) no es que están equivocadas (que es debatible y en realidad ni siquiera importa) sino que engañan al espectador. En primer lugar, si vas a buscar teatro experimental no lo vas a encontrar por ningún lado, la crítica social te la tenés que inventar vos y la reflexión sobre el duelo es «qué difícil es atravesar un duelo». Pero lo peor no es el espectador decepcionado porque buscaba profundidad y encontró una comedia, el mayor problema es toda esa gente que lee ese tipo de reseñas y dice «no, disculpame, la crítica social la hace mi cabeza cada vez que salgo a la calle, si voy al teatro un martes quiero pasarla bien». Ese espectador se pierde esta comedia donde definitivamente va a pasarla bien. Quien tenga muchas ganas, quien encuentre mensajes ocultos hasta en la borra de la coca-cola, quizás pueda crear muchas reflexiones profundas, pero no es lo central del espectáculo. Lo central es que hace reír. Y eso es un montón.

Reverso
- Dramaturgia y dirección: Matías Feldman
- Con: Carla Peterson, Marco Antonio Caponi, Nicolás García Hume, Diego Cremonesi, Emilia Claudeville y Juan Isola.
- Escenografía: Gonzalo Córdoba Estétez
- Iluminación: Ricardo Sica
- Dónde: Paseo La Plaza: Av. Corrientes 1660 (CABA)
- Cuándo: Martes 20.15 hs durante marzo, Martes 20 hs durante abril.


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