Categoría: Teatro
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No hace falta contar una historia
«El hambre, crónicas de una compañía trágica» promete una historia y traiciona al espectador, pero a nadie le importa.
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Viniste por las trufas, te quedaste por el chisme
Experimentar cómo una actriz puede hacerte alucinar es suficiente para ir a ver un espectáculo. Pero volví a verlo no solamente por la habilidad actoral, sino porque en esta obra hay mucha maldad.
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La paciencia (fatídica sindical)
En La paciencia, los hechos que realmente desencadenan conflictos ocurren ajenos a la mirada.
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¿Dónde están las plumas?
Atte, tus vecinos es una comedia musical con todas las plumas, aunque no haya plumas, porque los actores, además de actuar, saben cantar y bailar, porque el ritmo de la comedia es tan natural que claramente está cronometrado hasta el milisegundo….
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Es una comedia, y eso ya es bastante
Reverso es una comedia que te propone doscientas posibles situaciones a las que se enfrentan tres personajes fijos y otros variables y donde puede pasar absolutamente cualquier cosa.
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Qué queremos decir cuando decimos «guanaca»
Lo más raro de esta obra rarísima es que puedo recomendársela a cualquiera: quien busca una historia, con su inicio, nudo y desenlace, va a encontrarla; quien busca un experimento teatral también va a encontrarlo.
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Payasos que van de Hamlet a Milei
Durante generaciones, una familia es encargada de recolectar las almas de las personas que van a morir, a partir de información que reciben directamente de Dios. Este argumento podría ser una película de terror, una tragedia o un thriller, pero es una comedia de payasos.
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Una obra con trampa
Tres desconocidos llegan a un campo de exterminio que ha sido prácticamente abandonado. Aunque el campo ya no está en funcionamiento, Elvira, quien ha permanecido y aún lleva el mando, debe ocuparse de los desconocidos, pero no sabemos qué debe hacer con ellos. Si se los cuento así, rápidamente se ponen en guardia y anticipan…
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Coto de caza: esto no es una broma
«Coto de caza» se atreve a llevar el género de la comedia de terror al escenario y dejar al espectador en un lugar incómodo.
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¿Se puede ver a Laferrère en el siglo XXI?
Poner en escena hoy a Laferrère con un espacio escénico como el de hace cien años, un vestuario, una forma de actuación y un grupo teatral que funciona como los de aquella época, es recuperar una obra que sigue apelándonos desde lo estético.
Las Brujas 